A día de hoy, siguen siendo miles las personas que sufren mutilaciones o mueren cada año en todo el mundo por las minas antipersonal o por los restos explosivos de guerra. Este tipo de armas contaminan más de cuarenta países o territorios. Además del sufrimiento terrible que provocan a las víctimas, estas armas suponen un obstáculo muy importante para el desarrollo socioeconómico, ya que impiden la valorización de las tierras y mantienen un clima de miedo mucho tiempo después de finalizados los conflictos.
¿Por qué se celebra este día?
El objetivo principal, es crear conciencia sobre el peligro y las terribles consecuencias de las minas para la seguridad e integridad de los seres humanos, así como también ayudar a todas las personas que han sido afectadas por este mal.
Durante más de 20 años la labor de la ONU respecto a las minas se ha centrado en cubrir las necesidades de las personas afectadas, y además conseguir que haya el menor impacto posible en las personas, ya sean civiles, trabajadores humanitarios o personas que trabajan por el mantenimiento de la paz.
El peligro latente del uso de las minas
El uso de las minas en algunos países del mundo ha representado un grave problema de seguridad para sus habitantes. Algunos de los que han sido víctimas de esta mortal arma de guerra, han quedado con algún tipo de discapacidad, e incluso han perdido sus vidas.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas ha estado durante veinte largos años tomando medidas responsables para víctimas, de lo que puede considerarse un crimen de lesa humanidad.
Por otro lado, ha tenido en cuenta las necesidades de seguridad y resguardo para todo el personal civil que cumple labores humanitarias y quienes constantemente exponen sus vidas para la paz en estos países que están en permanente conflicto.
La eliminación de las minas para un mundo más sostenible
Para que la humanidad pueda disfrutar de un planeta sostenible, es necesario que a nivel mundial todos los países que usan las minas como explosivos de guerra se liberen de ellas de una vez por todas.
Toda la sociedad tiene el derecho de disfrutar de plena seguridad, sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la ONU, sigue representando un grave peligro para muchos habitantes alrededor del mundo.
Los objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, pretende abordar esta problemática, en aras de contribuir a la erradicación definitiva a nivel planetario de esta inhumana práctica, a causa de la cual, hombres, mujeres y niños mueren cada año.