Nelson Mandela fue un activista y político sudafricano que lideró los movimientos contra el apartheid y que, tras una larga lucha y 27 años de cárcel, presidió en 1994 el primer gobierno que ponía fin al régimen racista. El siglo XX dejó dos guerras mundiales, los campos de exterminio y el terror atómico, pero también grandes campeones de la lucha contra la injusticia, como Mahatma Gandhi o Martin Luther King. El último y más carismático de ellos fue Nelson Mandela.
Nelson Mandela nació en el clan Madiba, en la localidad sudafricana de Mvezo. Su madre era Nonqaphi Nosekeni y su padre Nkosi Mphakanyiswa Gadla Mandela, consejero principal y primo del jefe de la región de Tembulandia.
Mandela creció en un entorno rural y muy ligado a las tradiciones de su pueblo. A los doce años su padre murió y quedó al cuidado de su primo. Con él acudía a escuchar las historias de sus antecesores durante las guerras de resistencia. Así nació en él el deseo de luchar por los derechos de los suyos.
En 1991 fue elegido presidente de la ANC. Dos años más tarde, en 1993, recibió el Premio Nobel de la Paz que compartió con el presidente de Klerk.
El 10 de mayo de 1994, Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica.
Una de las principales medidas que tomó como presidente fue el Plan de Reconstrucción y Desarrollo. Gracias a estas políticas la educación, la sanidad y el empleo mejoraron para los sudafricanos negros.