William Shakespeare fue un escritor, poeta y dramaturgo inglés. Cuatro siglos después de su nacimiento sigue siendo uno de los nombres más significativos dentro de la literatura universal y el escritor más importante de la lengua inglesa.
La universalidad de los argumentos que conforman sus obras, la manera de transmitir los temas contenidos en ellas o la particularidad de crear personajes únicos e irrepetibles, son algunos de los motivos por los que Shakespeare se ha convertido en un referente y un gran maestro para muchos escritores contemporáneos.
Sus obras teatrales siguen siendo representadas en diferentes puntos del mundo aunque su figura sigue sembrando muchas dudas.
Fallecimiento
El célebre dramaturgo inglés falleció el 23 de abril de 1616, según el calendario juliano vigente en Inglaterra en aquella época. Por el calendario gregoriano, esa fecha correspondía al 3 de mayo. La creencia popular marca su muerte en el mismo día que la de Miguel de Cervantes, aunque erróneamente.
Muchos creen que la causa de la muerte de Shakespeare fue la bebida. Sin embargo, no hay datos suficientes que permitan dar como cierta esa información.
La muerte de William Shakespeare desató la polémica. No fueron pocos los que dudaron de la autoría de sus obras. Aseguraban que la formación y educación de Shakespeare no estaba a la altura de la exquisitez de su producción literaria.
Se comenzó a especular sobre la posibilidad de que William Shakespeare, en realidad, hubiese sido la cara visible de un autor que deseaba permanecer en la sombra. Los críticos con el dramaturgo empezaron a sacar posibles autores a la palestra. Nunca se ha llegado a demostrar si la corriente en contra del escritor británico estaba en lo cierto.
Pese a las especulaciones, William Shakespeare es considerado uno de los dramaturgos y poetas más importantes de la literatura inglesa y de la universal. Creó más de 1700 palabras y dejó para la posteridad multitud de expresiones.