Cronista y poeta de un siglo, sus obras resultan un documento valioso para la historia y la literatura nacionales al ofrecer un testimonio de un hombre de letras decimonónico consciente no sólo de su misión de construir y organizar a la naciente República Mexicana, sino también de su tradición literaria.
Primeros años
Nació el 10 de febrero de 1818, en la Ciudad de México, hijo de José María Prieto Gamboa y de Josefa Pradillo y Estañol. A los 13 años, falleció su padre y, debido a ello, su madre perdió la razón. Andrés Quintana Roo fue su benefactor, al conseguirle trabajo en la Aduana y al ayudarlo a ingresar al Colegio de San Miguel de Letrán.
Estudios y primeras publicaciones
En 1836, bajo la dirección del propio Quintana Roo, fundó la Academia de Letrán, junto con Manuel Toussaint y con los hermanos José María y Juan Lacunza, cuya característica primordial era "la tendencia a mexicanizar la literatura". Sus primeros poemas se publicaron en el Calendario de Galván y en la revista El Mosaico Mexicano, en 1837.
Fue secretario de Valentín Gómez Farías y de Anastasio Bustamante; durante el período presidencial de este último comenzó a colaborar como redactor para el Diario Oficial. Durante la primera Intervención francesa en México, se enlistó en la Guardia Nacional. Fue crítico teatral en el periódico El Siglo Diez y Nueve, y con su seudónimo ("Fidel") publicó la columna llamada "San lunes de Fidel" de 1841 a 1845, de 1848 a 1858, de 1861 a 1863 y de 1867 a 1896.
Colaboró para El Museo Mexicano, de 1843 a 1844; para el Semanario Ilustrado, publicó correspondencia satírica; para El Monitor Republicano, escribió en 1847 y de 1873 a 1885. Perteneció a El Ateneo Mexicano, del que fue miembro. En 1845, fundó el periódico Don Simplicio, en compañía de Ignacio Ramírez "El Nigromante". Se unió en la defensa del ejército federal, durante la primera intervención estadounidense en México. En 1849, colaboró para El Álbum Mexicano, y en 1862, para La Chinaca.
Escritor
Novelista, cuentista, periodista y ensayista, comenzó su carrera en el periódico El Siglo Diez y Nueve, como crítico teatral, publicando la columna "San Lunes", bajo el seudónimo de Fidel. Colaboró también en el El Monitor Republicano.
Fundó academias literarias y varios periódicos, en los que aparecen sus críticas contra el dictador Antonio López de Santa Anna por lo que fue perseguido. Por su apoyo a Benito Juárez sufrió el destierro.
Libros
De su fecunda obra destacan Musa callejera, El romancero nacional, Viajes de orden supremo, Viajes a los Estados Unidos, Compendio de Historia Universal y Memorias de Mis tiempos.